Luego de dos empates, uno en Champions y otro en Liga, ante el Milán y la Real Sociedad, respectivamente, y justo antes de masacrar al Osasuna como local, el entrenador Joseph Guardiola declaró en rueda de prensa que “lo normal es que el Barcelona no gane títulos”. A esto respondió Mourinho con su habitual sarcasmo e ironía: “Esta temporada lucharemos por no descender”.
Claro, decía esto antes del partido con el Levante, un equipo chico que si bien, llevaba 5 puntos en lo que va de torneo, no significaba un gran riesgo para que el Madrid no sumara de a tres.
Por su parte se comenzó a hablar de una Liga española a la escocesa. Es decir, un torneo en el que tan solo dos equipos tienen verdaderas chances de alzarse con el título –En Escocia desde 1986 solo ganan el torneo el Rangers F.C y el Celtics F.C-. Como consecuencia de la abismal diferencia de recurso económico entre los clubes, los dos grandes del fútbol español parecen ser imbatibles y hasta firman goleadas nunca antes vistas.
Hoy, el Levante F.C , un club chico de la ciudad de Valencia logró una hazaña y se sintieron campeones mundiales. ¿Y como no? Si vencieron al Real Madrid por la mínima, con un planteo equilibrado, un Koné que tuvo su día, la hinchada que los animó de principio a fin y un Madrid perdido desde la expulsión de Khedirá.
Los blancos venían de golear 6-0 al Zaragoza y de vencer con autoridad 4-2 al Getafe. Sin embargo, los valencianos encontraron la fórmula para sacar tres puntos de oro dejando la piel en el campo. Y es que esto es lo que genera el equipo de la capital, todos quieren vencerlo.
El Levante salió a buscar el partido, generando, tocando y marcando inteligentemente, sólidos en la defensa y concentrados. Los primeros 15 minutos recibieron un bombardeo de parte de los visitantes, aunque lograron aguantar. En los 70 minutos posteriores, los de Mourinho fueron incapaces de generar peligro en el área de los locales lo que generó en estos se sintieran cómodos y propusieran el partido. Con esto, llegó el solitario gol de Koné.
Los últimos 20 minutos del partido mentalizaron al Real Madrid de hacer gol como sea para rescatar un punto o darle vuelta al partido, por lo cual se cegaron, no tuvieron ideas, brillo y mucho menos juego colectivo. Un Madrid irreconocible, Coentrao y “El Carnicero” Pepe mostraron gestos de impotencia y empezaron a pegar para recuperar posesión de la pelota. Por su parte, Ronaldo que estaba a medias por los 3 puntos de sutura del partido pasado, recibía las habituales patadas para pararlo, hasta el punto que se bloqueó y fue incapaz de generar una acción clara para su equipo. Hasta Ballesteros, que con 36 años y un poco pasado de peso le ganaba corridas y le sacaba la pelota con relativa facilidad.
Al final hubo 11 tarjetas y los capitalinos jugaron con 10, el árbitro añadió 4 minutos a los que a su vez le agregó 40 segundos que favorecían al Madrid.
Por fin un equipo ajeno al Barcelona (aunque con los mismos colores) logra frenar a la maquinaria blanca. La soberbia de Mourinho le jugó una mala pasada, y aunque es casi imposible que su equipo descienda, ya lo hirieron esta temporada y se encuentra en el quinto puesto de la tabla. Puede darle gracias al equipo de Baloncesto español que logró coronarse en el Eurobaskett y no saldrá en la tapa de los diarios.
Alvaro Lara Márquez
Buenos Aires, Argentina
18/09/2011
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